Lo volvieron a hacer…

¿Se acuerdan lo que hicieron en la segunda vuelta de abril del 2017?: CEGATOS llevó sus cuentas truchas a ECUARISA y un fósil de la desinformación, no el Consejo Nacional Electoral, proclamó como presidente a un tal Lasso, banquero por más señas. Cuando el CNE anunció los resultados oficiales y el triunfo del traidor, (para mal de mis pecados), el actor y beneficiario del monstruoso atraco bancario, gritó ¡fraude, fraude! Sus fanáticos se disponían a incendiar Quito, pues después de ellos, ni el diluvio. Ayer repitieron exactamente lo mismo, con las cuentas igual de truchas de un tal Tello, a quien para que cometa esa barbaridad le habrían prometido la presidencia del organismo electoral. A las 5 de la tarde y en cadena de su prensa, proclamaron como ganador al presidente-candidato con más del 50%. Prepararon el festejo en un exclusivo sitio de Quito, con acceso sólo para pelucones. ¿Y el pueblo despistado, al que contentaron con mentiras y un muñeco de cartón?: la chusma no entra al sacrosanto recinto de la oligarquía. Cuando empezaron a ingresar los votos reales del escrutinio al sistema electoral, comenzó el calvario de los mentirosos y odiadores, pues la votación de LUISA se venía por millones, desmintiendo el falso triunfalismo de quien batió el récord de violación de las normas constitucionales y legales que se opongan a su proyecto de retener el poder para seguir haciendo “buenos negocios”, como la venta loca y multimillonaria de combustible a través de un hermanito, para que todo quede en familia. Volvieron a gritar: “cojan al ladrón”, ¿verdad Aquiles?

Por empate técnico quedaron para segunda vuelta. Se les hizo añicos el griterío de “una sola vuelta”. Un malhumorado heredero tendrá que enfrentar a LUISA que, muy agradecida con el pueblo, se dispone a culminar el encargo de la inmensa mayoría de compatriotas, convocando a todos los sectores progresistas, afectados por un gobierno mentiroso y transgresor de la Constitución y Leyes, encaprichado en imponer desde la burbuja, su visión sesgada de un país destrozado por sus caprichos, para la conveniencia de sus poderosas élites empresariales, familiares y mediáticas.

¿”Y aoga”?, diría el loco. ¿Y ahora?, pues la Corte Constitucional tiene la obligación de hacer cumplir su sentencia mediante la cual declaró la INCONSTITUCIONALIDAD de los decretos dictados por el presidente-candidato, con los que nombró, sin tener facultad para ello, a dos vicepresidentas. A una de ellas volvió a nombrarle vicepresidenta “constitucional”; y para jugar con la Carta Magna, entrando y saliendo a su antojo y por “fuerza mayor” a hacer campaña con recursos públicos, le nombró “presidenta encargada”. La CC tiene el deber de velar por el cumplimiento de su propia resolución, aunque tardía; y como NO cumplió el susodicho, debe declarar el DESACATO sancionado con la DESTITUCIÓN. Ahora que tenemos los resultados de empate en la primera vuelta, aunque el “que sabemos” se proclamó ganador, ¿lo hará la Corte?, o será que la Corte “de lujo” (declarada así por un demente), vuelve a deshojar margaritas.

Asco de encuestadoras, ni para contar guineos. Iván, el cínico “influjo psíquico” que condenó a un inocente y liberó al Rasquiña, quedó al último. Se consuela virando la tabla. En tiempos de extrañas sinceridades, una doctora hizo el crudo diagnóstico de la tragedia nacional. ¡Chuta!, el niño está fregado, ni su Mamita le cree…