Irán y el Orden Internacional

El 11 de febrero de 2025 se cumple el 46º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, que tuvo entre sus causales aspectos económicos, políticos, culturales, religiosos y, lo más importante: el anhelo por la independencia de Irán de las superpotencias de la época. Las principales demandas del pueblo iraní que dieron paso al cambio del sistema, de un régimen monárquico a un sistema republicano, fueron, por tanto, la independencia, la Libertad y la creación de la República Islámica.

Los recursos naturales que posee Irán y su ubicación geográfica estratégica, que siempre han estado en la mira de las potencias, siguen despertando la ambición, por lo que, aún después de cuatro décadas, las tres demandas del pueblo iraní continúan siendo consideradas como “muy peligrosas” para estos países.

Por esta misma razón, desde los primeros días de la victoria de la Revolución de 1979, hasta el día de hoy, se han puesto en marcha diversas formas de obstrucciones y sabotajes, por parte de algunos países, para destruir las tres demandas del pueblo iraní.

Entre los complots orquestados contra Irán, se pueden destacar los siguientes: Apoyo a grupos terroristas para atacar a diferentes estratos de la nación iraní; Apoyo financiero-operativo e incluso la puesta de armas químicas al alcance del ex dictador iraquí Saddam Hussein a fin de atacar las ciudades iraníes; Planear golpes de Estado; Intimidar con lanzar ataques militares e incluso bombardeos nucleares; Asesinatos selectivos de  altos funcionarios estatales y militares iraníes; Amenazar con destruir los centros culturales y civiles de Irán reconocidos como Patrimonio de la Humanidad; Terrorismo económico, llegando hasta el punto de prohibir la importación de medicamentos para niños enfermos en Irán, e incluso asesinar en enero de 2020 al máximo comandante militar iraní, el general Qhasem Soleimani, mientras se encontraba en una misión oficial en otro país, entre otros.

Pese a lo anterior y a los cientos de ejemplos similares, el pueblo iraní no se ha arrodillado y aún insiste en su triple causa. No obstante, ante la persistencia de los iraníes en su lucha y resistencia, la comunidad internacional no debe tener un comportamiento indiferente y sí cumplir con sus compromisos internacionales frente a las sanciones y ataques contra Irán.

Los hechos mencionados ilustran por sí solos que el gobierno y la nación iraníes son una de las principales víctimas del terrorismo a nivel global, de las actitudes contrarias a los derechos humanos y a la Carta de la ONU, y del fenómeno desventurado del unilateralismo.

Por lo tanto, es necesario que la comunidad internacional deje de lado la pasividad y tome las medidas necesarias contra la piratería de los logros de la diplomacia multilateral. De lo contrario, la violación de los derechos de los Estados y las naciones se convertirá en una epidemia y predominará una anarquía completa en el orden internacional.