Opinión
¡Insoportable!
¿Devolución de los bienes incautados a banqueros causantes y beneficiarios del feriado bancario? ¿Qué les pasa? Hagamos memoria: los tramposos financieros, aprovechando el libertinaje que les otorgó la prepotente aplanadora del antiguo congreso nacional (con minúsculas), saquearon sus reservas financiadas con los recursos públicos del salvataje, a través de empresas fantasmas de papel, prestándose ellos mismos los fondos de sus bancos. Clásica piramidación. Esa inconducta fue condenada por la justicia ordinaria como peculado bancario. Y como no dimitieron bienes para responder por el perjuicio causado, los jueces ordenaron su incautación, que para entonces nadie obedeció, por miedo a las vacas sagradas que desde sus guaridas amenazaban a todo aquel que se atrevía. Hasta que vino el Gobierno de la RC y cumplió con el mandato judicial.
Aprovechando la hermandad bancaria de coyuntura, los tinterillos cranearon la consigna y pusieron en marcha la “operación devolución de lo incautado”, hasta lograr que la misma justicia que se pronunció en última instancia por el peculado, hoy desmemoriada por algún resplandor, tira al tacho la seguridad jurídica y resuelve la devolución de bienes a los pobres angelitos. Rindió frutos la movida de sus curiales. Hasta recabaron la docta e “imparcial” opinión de una experta en todo, que de yapa dirige el Consejo de la Judicatura Provincial, para que diga por escrito que la devolución de bienes a los ñañitos es un asunto de Estado. Ese criterio consta de autos y seguramente habrá influido en la sentencia favorable de la Sala. Todo les cuadra… sólo que ella jamás debió pronunciarse, porque está al frente del órgano disciplinario de los jueces. ¿Y la Procuraduría que juró defender los sagrados intereses nacionales? Que va a presentar la acción extraordinaria de protección a la Corte Constitucional, dice. Ojalá lo haga…
¡Chuta!: el alguacil alguacilado. El denunciólogo se enredó entre sus propios folios. Es el Centro de Inteligencia Estratégica, CIES, el que hace la investigación que lo relaciona con una gama de feos delitos de los que estaba acostumbrado a acusar a todos los que le caen mal, o sea a los correístas, víctimas de su odio mortal. Le toca a la Fiscalía investigar la denuncia, que se basa en una amplia publicación realizada en Miami por un portal conocido por su oposición al gobierno de Venezuela. Nada de ponerse bravo, ni esparcir estiércol con ventilador. Por allí hay una seria inculpación en su contra por parte de Santiago Cuesta, que dicho sea de paso, también odia al correísmo. Unan sus odios y que surja la verdad
En pleno debate por la Consulta inconsulta, lamentamos la desaparición de María Belén Bernal desde un cuartel de policía, a donde ingresó y nunca salió, según la versión oficial. No rompan el corazón de la Patria, lacerada por tanta violencia e inseguridad. Sería terrible que se aprovechen del actual escenario de terror para meter de gancho una preguntita que oxigene el rechazo popular al que sabemos… ¿Otra impunidad para el Yambo?